José Daniel Ferrer García es un activista político cubano, líder del grupo político de oposición no oficial Unión Patriótica de Cuba (UNPACU). En el pasado, ha sido víctima de amenazas y hostigamiento, y encarcelado sólo por el ejercicio pacífico de sus derechos humanos, por lo que Amnistía Internacional ya lo había reconocido previamente como preso de conciencia.
El 11 de julio, intentó asistir a las manifestaciones de Santiago de Cuba junto con su hijo, José Daniel Ferrer Cantillo. En torno a las cinco de la tarde, salió de su domicilio, y pasó de largo ante los agentes de seguridad del Estado que lo vigilan constantemente, pero según su familia, otros agentes le dieron el alto unos metros más adelante.
En un documento jurídico al que Amnistía Internacional ha tenido acceso, la Fiscalía Provincial sostiene que Jose Daniel y su hijo profirieron eslóganes contra el gobierno.
Inicialmente, el Ministerio Público lo puso en prisión provisional y lo acusó de "desorden público" por intentar unirse a las protestas del 11 de julio. Según un documento judicial, que Amnistía Internacional ha podido revisar, fechado el 12 de agosto, también se ha revocado su libertad condicional basada en una condena anterior y ahora tiene que pasar 4 años en prisión. Las autoridades impidieron a las organizaciones internacionales que observaran ese juicio en su momento, el cual estuvo empañado por irregularidades.
Su hijo ha quedado en libertad a condición de que se presente periódicamente ante las autoridades y firme un documento por el que se compromete a no protestar más, lo cual constituye una restricción inadmisible de sus derechos a la libertad de expresión y de reunión, de conformidad con las normas internacionales de derechos humanos.
El hijo de Jose Daniel Ferrer es la última persona de su círculo próximo que lo vio, cuando ambos fueron trasladados al centro de detención de Versalles, tras su detención. Desde entonces no hay constancia de su paradero. Las autoridades no les han permitido verlo ni comunicarse con él, y tampoco les han facilitado ningún documento que certifique su paradero.
En una sentencia del 23 de julio, el Tribunal Popular Provincial de Santiago de Cuba desestimó una solicitud de hábeas corpus presentada en su nombre. El documento en cuestión confirmaba que José Daniel Ferrer se encontraba privado de libertad desde el 11 de julio, pero no indicaba dónde se encontraba recluido. Asimismo, un documento judicial, fechado el 12 de agosto, que revoca su libertad condicional por una condena anterior, indica que será recluido en una prisión determinada por el Ministerio del Interior, pero no especifica cuál.
Según la información disponible, Amnistía Internacional considera que la ocultación de su paradero es constitutiva de desaparición forzada, de conformidad con el artículo 2 del Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas, en el que Cuba es Estado Parte.